jueves, 11 de noviembre de 2010

EN DIOS TODO LO PODEMOS


EL SEÑOR SANA LOS CORAZONES DESTROZADOS

Salmo 146

Alabad al Señor, que la música es buena;
nuestro Dios merece una alabanza armoniosa.
El Señor reconstruye Jerusalén,
reúne a los deportados de Israel;
él sana los corazones destrozados,
venda sus heridas.

Cuenta el número de las estrellas,
a cada una la llama por su nombre.
Nuestro Señor es grande y poderoso,
su sabiduría no tiene medida.

El Señor sostiene a los humildes,
humilla hasta el polvo a los malvados.
Entonad la acción de gracias al Señor,
tocad la cítara para nuestro Dios,
que cubre el cielo de nubes,
preparando la lluvia para la tierra;
que hace brotar hierba en los montes,
para los que sirven al hombre;
que da su alimento al ganado
y a las crías de cuervo que graznan.

No aprecia el vigor de los caballos,
no estima los jarretes del hombre:
el Señor aprecia a sus fieles,
que confían en su misericordia.


1. Al leer atentamente la Sagrada Escritura encontramos un personaje llamado JOB, que nos manifiesta la visión negativa y amarga de la vida humana: "el hombre está cumpliendo un servicio"; "es un jornalero" que aguarda el salario insuficiente; "es un esclavo" (Job, 7.1). Si la vida es así, el hombre quiere que la vida pase pronto, que todo se acabe. El libro de Job, escrito cinco siglos antes de Cristo, aún no tiene idea de la resurrección. Job, despojado de todos sus bienes: sus bueyes, rebaños, camellos, criados, hijos; herido por la enfermedad, sentado en el estercolero. Incomprendido y maldecido por su mujer, sus amigos y por su entorno social. Más profundo todavía: Piensa que Dios le ha abandonado. Y se queja. Y protesta. Reflejo de muchos hombres y mujeres de nuestra época que perdieron sus esperanzas.

2. También encontramos en la Sagrada Escritura, en el Salmo 146, que acabamos de escuchar, él anticipa la solución de la esperanza: "El Señor sana los corazones destrozados, venda sus heridas, reconstruye Jerusalén". Es decir, el Señor, ante este panorama a veces tan desolado y cruel, no es un espectador, un convidado de piedra, que se queda impasible e inactivo. No es un dios griego que sólo mira, sino que "tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades", como nos lo dice San Mateo en su Evangelio (Mt 8,17). El salmista, para hacer estas afirmaciones y motivar al pueblo a cantar himnos al Señor, tiene en cuenta su bondad, que ha reconstruido las murallas de Jerusalén y ha repatriado a los desterrados afligidos. Que es protector y médico sabio y solícito. Es más, como ha escrito Paul Claudel "Jesús no ha venido a traer una teoría, sino a tomar el sufrimiento sobre sí mismo".

3. Dios, actuando por Jesús, realiza lo que el salmo ha profetizado, y entre todos los milagros que realizó, le propongo que recuerden la Cura a la suegra de Simón, que está con fiebre alta en la cama. Ella se levantó y comenzó a servir. Esta mujer representa a la humanidad, a cada hombre y a cada mujer, a quienes Jesús encuentra enfermos. El mundo es un hospital gigantesco, que está esperando que una mano le alivie su dolor. En nuestra madre la Iglesia han florecido bellas flores hospitalarias, que con su vida han hecho posibles los milagros de nuestra época: Hombres y mujeres que lo ha dejado todo para servir a Dios en los demás, especialmente en los más pobres y necesitados de amor. También es verdad que algunos enfermos, muchos, no se dejan curar... La suegra de Simón, sí. "Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó"... Jamás un rabino se hubiera dignado acercarse a una mujer y menos cogerla de la mano. Jesús rompe los moldes y realiza unos gestos que rebosan humanismo, misericordia, delicadeza y ternura. Ustedes, querido hermanos, también en un momento de su vida dijeron “sí” y empezó en a operarse en sus vidas un milagro que hoy con gratitud a Dios evidenciamos.

4. La visión de Dios, que nos desvela el evangelio es más optimista que la de los hombres. Aquélla nos descubre a Dios actuante en la criatura de su mundo y de sus hijos. La de los hombres tiene una valoración pesimista o excesivamente negativa de la vida y del mundo. El hombre se inclina mejor a destacar la ausencia de Dios y su abandono que los signos de los tiempos de su Reino, que ya ha comenzado a desarrollarse en nuestro interior. Es una gracia saber descubrir la acción de Jesús, actuando en este mundo de mil maneras; con curaciones físicas o espirituales, conversiones, o sencillas señales de esperanza, o brotes nuevos de alguna obra que ayude a salir de situaciones desesperadas. En ustedes ha actuado Jesús y por su gracia y fuerza hoy son hombres y mujeres nuevos.

5. La Palabra de Dios sigue teniendo el mismo poder hoy que ayer. Y sigue liberándonos de lo que nos oprime, y sigue perdonándonos, y dándonos salud y Salvación. Sigue hablando con autoridad y poder. Pero para que le dejemos obrar, es necesario que escuchemos su Palabra y que la vivamos con sinceridad. Si Jesús es el Santo de Dios, como afirmativamente lo creemos, el pueblo que le sigue debe ser un pueblo santo empuñando la Palabra de Dios, vivida, practicada y anunciada. Con palabras y con obras. Nuestra santidad de vida es la única forma de renovar el mundo. Es toda la comunidad cristiana la que debe ser el testimonio viviente de la santidad que se opone y destruye la raíz de todo mal. Ustedes en la medida que renovaron su vida, renovaron las de muchas personas, esencialmente la de sus familias, así se han convertido en un testimonio viviente de que todo lo podemos, y en Jesús ¡sí que lo podemos!

6. Una vez curada la enferma, se puso a servirles Marcos 1,29. Para los griegos, cuya filosofía habían adoptado los hebreos en sus largas y varias invasiones, servir era una acción indigna. La dignidad consistía en dominar, no en servir. El fin del hombre consistía en conseguir el perfecto desarrollo de su personalidad, y de ninguna manera el servicio al prójimo. Jesús actúa desde el amor, pues por amor "No ha venido a ser servido, sino a servir" (Mt 20,28). Es lo que ha hecho esta mujer una vez curada. Parece que queda mucho de filosofía griega en nuestra sociedad: la juventud, sobre todo, sólo piensa en "realizarse". Lo de los demás "ese es tu problema".

Después de su experiencia de sanación y liberación, la comunidad espera de Ustedes unos excelentes servidores, capaces de hacer que otros descubran las bondades del amor misericordioso de Dios que actúa en quien abre su corazón.

7. Por otra parte la lucha debe continuar para superar aquello que puede enfermar nuestro corazón, San Agustín nos dirá que seguimos con virus o bacterias, que sigue habiendo fiebre: nuestra fiebre es la avaricia, la soberbia, la ira, el orgullo, el egoísmo cerrado, la vanagloria. Nuestras fiebres son el odio, que destierra el amor; la ambición que seca el corazón humano; las riquezas mal adquiridas o mal conservadas, fuente de injusticias; la opresión, que destruye la caridad; la mentira, de tantas maneras, las medias verdades, las excusas que encubren caprichos, que nos gustan más que el cumplimiento de la palabra y que enmarañan las relaciones sociales, el afán de novedades bajo el prisma de la evangelización. Trampas del demonio que "suscita muchas cosas que hacer, para que no se haga ninguna", según San Francisco de Sales.

8. Finalmente, compartir con Ustedes este momento, es la mejor oportunidad para bendecir al Señor por la obra que ha realizado en Ustedes y a través de Ustedes: “El Señor ha sido bueno cono nosotros y por eso estamos alegres.

En nombre de mi Obispo y en el mío propio, mis más sinceras felicitaciones y mi ferviente oración para que Dios los siga colmando de gracia y santidad. María, la Madre de Dios, interceda por nosotros. Amén.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

NOVENA DE NAVIDAD 2010 REFLEXIONES PARA TODOS LOS DIAS

Día 1º Diciembre 16

La alegría de ser Discípulos y Misioneros de Jesucristo.

Prepararse para la venida del Señor es contagiarse de la alegría que nos da la presencia de Jesús y participar de su tarea evangelizadora.

“Conocer a Jesucristo por la fe es nuestro gozo; seguirlo es una gracia, y transmitir este tesoro a los demás es un encargo que el Señor hace a todo bautizado. Por ello, nuestro empeño es que todos los católicos que hacen esta novena, conozcan más a Jesucristo, se apasionen por su Evangelio y lo contagien a su alrededor.

Nos sentimos dichosos de ser cristianos y católicos. “En el encuentro con Cristo queremos expresar la alegría de ser discípulos del Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del mundo” (No. 28). “La alegría que hemos recibido en el encuentro con Jesucristo deseamos que llegue a todos. Conocer a Jesús es el mejor regalo que puede recibir cualquier persona; haberlo encontrado nosotros es lo mejor que nos ha ocurrido en la vida, y darlo a conocer con nuestra palabra y obras es nuestro gozo” (No. 29).

“Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar hasta el Padre, sino por mí” (Juan 14,6)

Celebrar la navidad es reconocer a Jesucristo como la única fuente de nuestra alegría.

Día 2º Diciembre 17

La misión del discípulo de Jesús es Evangelizar.

En la Iglesia los cristianos nos alegramos de ser portadores de la Buena Noticia para la humanidad: Jesucristo; y no de ser profetas de dolores y tristezas.

En esta navidad anunciamos a nuestros hermanos que Dios nos ama, que su existencia no es una amenaza para el hombre, que está cerca con el poder salvador y liberador de su Reino, que nos acompaña en la tribulación, que alienta incesantemente nuestra esperanza en medio de todas las pruebas. Los cristianos somos portadores de buenas noticias para la humanidad y no profetas de desventuras.

La Iglesia debe cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes. Él, siendo el Señor, se hizo servidor y obediente hasta la muerte de cruz; siendo rico, eligió ser pobre por nosotros, enseñándonos el camino de nuestra vocación de discípulos y misioneros. En el Evangelio aprendemos la sublime lección de ser pobres siguiendo a Jesús pobre así como lo vemos en el pesebre, y la de anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner nuestra confianza en el dinero ni en el poder de este mundo.

“Porque anunciar el Evangelio no es para mí un motivo de gloria; es una obligación que tengo, ¡y pobre de mí sino anuncio el Evangelio!” 1ª Corintios 9,16

Celebrar la navidad es contagiar al mundo del amor de Jesús mediante la manera de vivir y de amar.

Día 3º Diciembre 18

El discípulo de Jesús anuncia la Buena Noticia de la Familia.

En el seno de una familia la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios.

El Papa Benedicto XVI nos enseña que la familia es "patrimonio de la humanidad, constituye uno de los tesoros más importantes de nuestros pueblos. Ella ha sido y es escuela de la fe, palestra de valores humanos y cívicos, hogar en que la vida humana nace y se acoge generosa y responsablemente. La familia es insustituible para la serenidad personal y para la educación de sus hijos".

En el seno de una familia, la persona descubre los motivos y el camino para pertenecer a la familia de Dios. De ella recibimos la vida, la primera experiencia del amor y de la fe. El gran tesoro de la educación de los hijos en la fe consiste en la experiencia de una vida familiar que recibe la fe, la conserva, la celebra, la transmite y testimonia. Los padres deben tomar nueva conciencia de su gozosa e irrenunciable responsabilidad en la formación integral de sus hijos. Dios ama nuestras familias, a pesar de tantas heridas y divisiones. La presencia invocada de Cristo a través de la oración en familia nos ayuda a superar los problemas, a sanar las heridas y abre caminos de esperanza.

“Jesús dijo a Zaqueo: Hoy ha llegado la salvación a esta casa” Lucas 19,9
Celebrar la navidad es hacer de la familia una ambiente de salvación por la presencia de Jesús en ella.

Día 4º Diciembre 19

El discípulo de Jesús está llamado al seguimiento del Maestro.

Dios que es santo y nos ama, nos llama por medio de Jesús a ser santos.

Dios Padre sale de sí, por así decirlo, para llamarnos a participar de su vida y de su gloria. Cada vez que Israel buscó y necesitó a su Dios, sobre todo en las desgracias nacionales, tuvo una singular experiencia de comunión con Él, quien lo hacía partícipe de su verdad, su vida y su santidad. Por ello, no demoró en testimoniar que su Dios es el “Dios vivo”, que lo libera de los opresores, que perdona incansablemente y que restituye la salvación perdida cuando el pueblo, envuelto “en las redes de la muerte”, se dirige a Él suplicante.

En estos últimos tiempos, nos ha hablado por medio de Jesús su Hijo, con quien llega la plenitud de los tiempos. Dios, que es Santo y nos ama, nos llama por medio de Jesús a ser santos y en esta novena nos invita a tomar en serio el llamado que nos hace.

“Ustedes sean perfectos, como su Padre celestial es perfecto” Mateo 5,48

Celebrar la navidad es caminar con Jesús hacia la perfección cristiana.

Día 5º Diciembre 20

El discípulo de Jesús sabe identificar Su presencia y lo sigue.

Empezamos a ser cristianos por el encuentro con la Persona de Jesús que da un nuevo horizonte a nuestra vida.

El acontecimiento de Cristo es el inicio de esa nueva persona que llamamos discípulo: “No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva” y esa Persona es Jesús a quien preparamos su venida en esta novena.

La naturaleza misma del cristianismo consiste, por lo tanto, en reconocer la presencia de Jesucristo y seguirlo. Ésa fue la hermosa experiencia de aquellos primeros discípulos que, encontrando a Jesús, quedaron fascinados y llenos de estupor ante la excepcionalidad de quien les hablaba, ante el modo cómo los trataba, correspondiendo al hambre y sed de vida que había en sus corazones.

“Desde ahora los llamaré amigos, porque le he dado a conocer todo lo que oí a mi Padre” Juan 15,15

Celebrar la navidad es vivir como los amigos de Jesús que encuentran en Él la plena realización de sus vidas.

Día 6º Diciembre 21

La Virgen María, discípula y misionera.

La Virgen María es la gran misionera, continuadora de la misión de su Hijo y portadora del Evangelio para nuestra América.

La máxima realización de la existencia cristiana como un vivir de “hijos en el Hijo” nos es dada en la Virgen María quien, por su fe y obediencia a la voluntad de Dios, así como por su constante meditación de la Palabra y de las acciones de Jesús, es la discípula más perfecta del Señor.

La Virgen de Nazaret tuvo una misión única en la historia de salvación, concibiendo, educando y acompañado a su hijo hasta su sacrificio definitivo. Desde la cruz, Jesucristo confió a sus discípulos, representados por Juan, el don de la maternidad de María, que brota directamente de la hora pascual de Cristo: “Y desde aquel momento el discípulo la recibió como suya”. Perseverando junto a los apóstoles a la espera del Espíritu, cooperó con el nacimiento de la Iglesia misionera, imprimiéndole un sello mariano que la identifica hondamente. Hoy nos acompaña en la espera del Señor que viene como Rey de nuestra vida y para lo cual nos preparamos con esta novena.

“La madre de Jesús dijo entonces a los que estaban sirviendo: Hagan lo que él les diga” Juan 2,5
Celebrar la navidad es reconocer en la Virgen María el ejemplo del que escucha la Palabra de Dios y la vive.

Día 7º Diciembre 22

Los discípulos de Jesús actúan según el Espíritu Santo.

Por la presencia del Espíritu Santo, la Iglesia expresa su vitalidad mediante diversos dones y carismas.

A partir de Pentecostés, la Iglesia experimenta de inmediato fecundas acciones del Espíritu, vitalidad divina que se expresa en diversos dones y carismas y variados oficios que edifican la Iglesia y sirven a la evangelización. Por estos dones del Espíritu, la comunidad extiende el ministerio salvífico del Señor hasta que Él de nuevo se manifieste al final de los tiempos. El Espíritu en la Iglesia forja misioneros decididos y valientes como Pedro y Pablo, señala los lugares que deben ser evangelizados y elige a quiénes deben hacerlo.

La preparación para la celebración de la venida del Señor exige de nuestra parte una apertura a las acciones del Espíritu Santo que ilumina y vivifica a quienes se confían a él.

“Jesús se presentó en medio de los discípulos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo” Juan 20,19.22

Celebrar la navidad es actuar según el Espíritu Santo que Jesús envió a su Iglesia.

Día 8º Diciembre 23

Jesús al servicio de la vida.

Jesús quiere comunicarnos su vida y ponerse al servicio de la vida.

Jesús, el Buen Pastor, quiere comunicarnos su vida y ponerse al servicio de la vida. Lo vemos cuando se acerca al ciego del camino, cuando dignifica a la samaritana, cuando sana a los enfermos, cuando alimenta al pueblo hambriento. En su Reino de vida, Jesús incluye a todos: come y bebe con los pecadores, sin importarle que lo traten de comilón y borracho.

En su Palabra y en todos los sacramentos, Jesús nos ofrece un alimento para el camino. La Eucaristía es el centro vital del universo, capaz de saciar el hambre de vida y felicidad: “El que me coma vivirá por mí”. En ese banquete, feliz participamos de la vida eterna y, así, nuestra existencia cotidiana se convierte en una Misa prolongada. Pero, todos los dones de Dios requieren una disposición adecuada para que puedan producir frutos de cambio.

La celebración de la Navidad nos debe llevar a abrir nuestro corazón para que Jesús que es vida verdadera transforme nuestro existir y nos haga dignos de él.

“Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud” Juan 10,10
Celebrar la navidad es estar al servicio de la vida que nos llega por la fe en Jesús.

Día 9º Diciembre 24

Quédate con nosotros, Señor.

La presencia de Jesús en nuestra vida es la garantía de que el Reino de Dios ha llegado a nosotros.

Quédate con nosotros, Señor, acompáñanos aunque no siempre hayamos sabido reconocerte. Quédate con nosotros, porque en torno a nosotros se van haciendo más densas las sombras, y tú eres la Luz; en nuestros corazones se insinúa la desesperanza, y tú los haces arder con la certeza de la Pascua. Estamos cansados del camino, pero tú nos confortas en la fracción del pan para anunciar a nuestros hermanos que en verdad tú has resucitado y que nos has dado la misión de ser testigos de tu resurrección.

Quédate con nosotros, Señor, cuando en torno a nuestra fe católica surgen las nieblas de la duda, del cansancio o de la dificultad: tú, que eres la Verdad misma como revelador del Padre, ilumina nuestras mentes con tu Palabra; ayúdanos a sentir la belleza de creer en ti.

Quédate en nuestras familias, ilumínalas en sus dudas, sostenlas en sus dificultades, consuélalas en sus sufrimientos y en la fatiga de cada día, cuando en torno a ellas se acumulan sombras que amenazan su unidad y su naturaleza. Tú que eres la Vida, quédate en nuestros hogares, para que sigan siendo nidos donde nazca la vida humana abundante y generosamente, donde se acoja, se ame, se respete la vida desde su concepción hasta su término natural.

Quédate, Señor, con aquéllos que en nuestras sociedades son más vulnerables; quédate con los pobres y humildes, con los indígenas y afroamericanos, que no siempre han encontrado espacios y apoyo para expresar la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad. Quédate, Señor, con nuestros niños y con nuestros jóvenes, que son la esperanza y la riqueza de nuestro Continente, protégelos de tantas insidias que atentan contra su inocencia y contra sus legítimas esperanzas. ¡Oh buen Pastor, quédate con nuestros ancianos y con nuestros enfermos. ¡Fortalece a todos en su fe para que sean tus discípulos y misioneros.

“Los discípulos le insistieron diciendo: Quédate con nosotros, porque es tarde y está anocheciendo” Lucas 24,29

Celebrar la navidad es vivir la presencia de Jesús entre nosotros, su pueblo.

domingo, 7 de noviembre de 2010

GRACIAS A TU DIEZMO Y A TU OFRENDA...



Una manera de agradecer a Dios que nos da todo: Cada uno diezma o da según la generosidad para con Dios que te lo da todo.

Sostenemos el culto: Celebraciones Eucarísticas por los donantes.

Asistimos a los más pobres: Alimento para los niños, kits escolares, subsidio de vivienda, subsidio de medicamentos, entre otros.


Propagamos la fe: Publicaciones de distribución gratuita con diversos temas de formación cristiana, distribución gratuita de La Biblia y del Catecismo de la Iglesia Católica.

Sostenemos al sacerdote necesitado: Subsidio para el sacerdote en sus necesidades económicas básicas.

A propósito del diezmo y la ofrenda nos dice la Sagrada Escritura:

Honra al Señor con tu riqueza,
con las primicias de tus ganancias;
así tus graneros se colmarán de grano
y tus bodegas estarán llenas de vino.
Proverbios 3,9-10

Den, y Dios le dará.
Les darán una buena medida, apretada, repleta, desbordante;
porque con la medida con que midan, Dios los medirá a ustedes.
Lucas 6,38

A los ricos de este mundo recomiéndales que hagan el bien,
que se enriquezcan con buenas obras,
que sean generosos y que compartan sus bienes con los demás.
Así irán acumulando para el futuro un valioso tesoro gracias al cual
podrán obtener la vida verdadera.
1 Timoteo 6,17-19

DURANTE ESTE AÑO 2010 PRÓXIMO A TERMINAR,
YA ENTREGASTE TU DIEZMO AL SACERDOTE?

INVITACIÓN


RETIROS ESPIRITUALES


Próxima fecha: Noviembre 26 de 2010

Hora: 2:30 a 5:30 p.m.

Lugar: Casa Episcopal, barrio Los Andes, La Dorada - Caldas


TEMA: EL ADVIENTO, TIEMPO DE ESPERA GOZOSA

EL DESTINO DEL HOMBRE ES UN DESTINO DE VIDA

Nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino de Vivos.
Reflexión para el Domingo XXXII - Ordinario - C


El mensaje que la Palabra de Dios nos presenta en este domingo tiene que ver con uno de los artículos del credo: “Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro”. La Iglesia enseña lo que nos dice la Biblia.

Para esta enseñanza el Evangelio nos da a conocer un encuentro del Señor con un grupo -Saduceos- que no creían en la resurrección y para ello utilizan la ley del levirato.

Jesús en la respuesta dice QUE resucitaremos, mas no dice COMO será aquella resurrección y RECALCA que nuestro Dios no es un Dios de muertos, sino de vivos: El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob.

El destino del hombre es un destino de vida, pues a pesar de las luchas y dificultades de la vida, el amor de Dios manifestado en Cristo es nuestro mayor consuelo y nuestra única esperanza.

El hombre no es un ser para la muerte. La muerte no tiene la última palabra, ni es el final del camino. Nuestra esperanza es Cristo y Él resucitó y nosotros lo haremos con Él. Esto nos lleva a ver la vida con optimismo, por eso el cristiano es persona de optimismo y alegre esperanza porque ama la vida y a los hermanos.

La esperanza de nuestra resurrección en Cristo, debe manifestarse en todo lo que hacemos, especialmente en el amor que profesamos al hermano, pues “quien no ama permanece en la muerte” (1 Juan 3,14) y quien ama, a pesar de la adversidad, ya goza de la vida que nos viene de Dios.

Quien cree en la resurrección futura sabe que morir al pecado diariamente lo hace digno de la felicidad futura, porque “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo, pero si muere da mucho fruto” (Juan 12,24).

La esperanza de nuestra resurrección radica en Cristo Resucitado.