Es nuestro deber acompañar al Papa Benedicto XVI con nuestras oraciones y sacrificios en un momento donde los enemigos del la Iglesia lo atacan y difaman. Los ataques contra el Papa son CONTRA LA IGLESIA, por tal razón ningún católico debe permitir tal atropello o facilitarse para para que estos ataques continúen.
Nuestra invitación siempre será acompañar al Papa con nuestras oraciones y con un ejemplo de vida acorde a la realidad cristiana que nos identifica. Oremos por los enemigos de la Iglesia, ellos también necesitan ser iluminados por el Espiritu Santo.
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