jueves, 29 de octubre de 2009

DESDE EL PROFUNDO CORAZON DEL PADRE CALIXTO


ESTE MI BARRO

Cansada está mi arcilla, Señor
y se ha rajado,
al golpe de los días,
de los dolores y los desengaños.
El paso de la lluvia y el viento
sus huellas me dejaron
como un tatuaje adolorido y hondo
en la piel de mi barro.

Pero, serenamente
contemplo mi vasija, así puesta de lado
en la penumbra de un rincón sin nombre,
bajo un silencio rítmico y arcano.

No me olvides, Señor, en esta hora;
soy un pobre cacharro
pero que aún conserva muy fielmente
las huellas digitales de tus manos.

Los juncos y las hierbas me rodean;
le hacen cuna a mi vaso,
y en este atardecer en que mi vida
se pinta de un gris pálido,
vuelvo a sentir tu omnipotente fuerza
en el temblor doliente de mi barro.

Siento que me modelas nuevamente;
llega hasta mí tu hálito
y contemplo sin pena
mis bordes desbordados
y las grietas oscuras de mi arcilla
por donde ya quizá se ha evaporado
toda mi agua y mi sed… y mis aromas;
y mis anhelos… y mis sueños vanos…
y hasta parece que mi ser se escapa
de mi polvo, Señor. Sin embargo
hoy sé que estás más cerca, más que nunca
de este mi barro,
y que mi arcilla quebrantada y rota
se hace polvo de estrellas en tus manos.

Calixto.

2 comentarios:

  1. Experiencias, vivencias, sentimientos y realidades expresadas autentica fidelidad para comprender la permanente cercanía de la misericordia de DIOS para sanar nuestra fragilidad.

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  2. Experiencias, vivencias, sentimientos y realidades expresadas autentica fidelidad para comprender la permanente cercanía de la misericordia de DIOS para sanar nuestra fragilidad.

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