viernes, 4 de diciembre de 2009

REFLEXION DOMINICAL, DOMINGO II DE ADVIENTO. AÑO C.

“Preparen el camino del Señor”

La dinámica de las manifestaciones de Dios se expresa en las promesas hechas por Él y su cumplimiento. Para recibirlas se hace necesaria una preparación adecuada que incluye una apertura a la acción de su amor misericordioso. Dios quiere prepararnos para que le recibamos adecuadamente y podamos disfrutar plenamente de su presencia.

El testimonio de Juan Bautista es la verdad que el pueblo esperaba ansiosamente, pues llega la Salvación de Dios en la persona de Cristo, su Hijo amado en quien el Padre se complace y por quien el hombre alcanza la salvación.

La Palabra anunciada por Juan es muy clara y no admite ambigüedades, exige y exhorta: “Preparen el camino del Señor”, es decir, conviértanse, abandonen su experiencia de pecado y traiciones a Dios y abran su corazón a una experiencia mejor, mayor, definitiva y última: La salvación que trae consigo el Señor Jesucristo.

Nuevamente Dios quiere la participación directa y voluntaria del hombre para salvarlo, sin esta apertura y aceptación Él no puede entrar en el corazón humano y obrar maravillosamente.

La intención de este segundo domingo de Adviento es muy concreta y puede expresarse como una petición para el creyente: Entregarse al Evangelio para formar una comunidad de amor cargada de frutos de justicia.

La venida de Cristo, para la que nos preparamos en este tiempo de “espera”, es tan eficaz como su primera venida que se actualiza por la celebración de los sacramentos, pero se nos exige ordenar nuestra conducta conforme a los Mandamientos del Señor, esta es la preparación a la que se refiere el Bautista.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

REFLEXIONES PARA LA NOVENA DE NAVIDAD

Al celebrar con toda la Iglesia el Año Sacerdotal, les propongo las reflexiones para la Novena de Navidad alusivas a esta celebración.
Espero les sean de utilidad.
Las oraciones y aspiraciones serán las tradicionales.
P. Diego León.

Diciembre 16: Día Primero.
¿Quién es un Sacerdote?

Es un ser humano como nosotros, pero con la gracia de Dios ha encontrado la fuerza para dedicar su vida a anunciar a Cristo y a actuar como un «embajador de Él», como diría san Pablo. Esto significa que él predica la Palabra de Dios a tiempo y a destiempo; él representa a Cristo en aquellos momentos en que Él está sacramentalmente presente: En el Bautismo, la Eucaristía, la Confirmación, la Reconciliación, el Matrimonio, el Orden sacerdotal y en la Unción de los Enfermos. Los sacerdotes hacen presente a Cristo como cabeza de Su Iglesia. Mediante su cuidado y celo pastoral, él es un poderoso signo de la presencia de Cristo en una comunidad específica del pueblo de Dios. Es una vida que se plantea como todo un desafío para el cristiano.

Niño Jesús, te pedimos nos concedas la gracia de tener sacerdotes en la Iglesia capaces de ser apóstoles infatigables, llenos de iniciativas para ganar muchas almas y santificar los hogares, atentos a las necesidades humanas de sus comunidades, cercano a la vida de los fieles y, disponibles para tu santo servicio. Amén.
Diciembre 17. Día Segundo.
¿Qué es el celibato para los Sacerdotes?

El sacerdote célibe se consagra por completo con un corazón indiviso al servicio de Dios y al servicio de su pueblo. Para hacerlo, él renuncia al derecho de casarse y de tener una familia, no para permanecer solo y amargado, sino para tener como familia a la Iglesia. Él no renuncia a la amistad ni a la compañía de buenos amigos, tanto hombres como mujeres. De hecho se le estimula para que cultive amigos y amigas leales y dignos de confianza. El sacerdote puede vivir una vida célibe fructuosa y fecunda, si es un hombre de oración, si ama a Dios y a su pueblo. El sacerdote es llamado a una forma particular de renuncia a sí mismo siguiendo las huellas de Cristo, que se entregó a sí mismo por nosotros siendo puro y casto.

Niño Jesús, te pedimos concedas a los sacerdotes de nuestra Iglesia, la gracia de vivir el celibato con alegría y fidelidad, que sean capaces de vigilar y orar para no caer en la tentación y de dar al mundo ejemplo de renuncia a sí mismos por la causa del Evangelio. Amén.

Diciembre 18. Día Tercero.
¿Son los sacerdotes felices?

Sí que lo son. Es verdad que pueden tener días malos y períodos difíciles, como toda persona, pero la mayoría de ellos nos dirán que son muy felices como sacerdotes. Ellos reconocerán, no obstante, que no siempre es fácil ser sacerdote, pero las recompensas personales y espirituales son inmensas y profundas. A veces los medios de comunicación difunden la impresión de que los sacerdotes sufren de infelicidad crónica, que son hombres frustrados y amargados. Eso simplemente no es verdad en la inmensa mayoría de los sacerdotes. El sacerdote que se entrega de lleno a Cristo y a vivir su ministerio sin reservas, encuentra que Cristo es la fuente cristalina y fresca de su felicidad.

Niño Jesús, te pedimos sigas concediendo mucha alegría a nuestros sacerdotes para que, a pesar de los ataques de la mala prensa y de los enemigos de la Iglesia, ellos continúen mostrándonos alegremente el camino que nos conduce hacia ti. Amén.

Diciembre 19. Día Cuarto.
El Sacerdote y la Eucaristía.

El Sacerdote tiene que ser antes de todo adorador y contemplativo de la Eucaristía, Ella es el culmen de la vida cristiana y de Ella se desprende el amor que transforma la humanidad. Cuando el Sacerdote preside la Eucaristía está haciendo las veces de Cristo que se entrega nueva y totalmente por cada uno de nosotros. Ver al Sacerdote en la Eucaristía, es ver al mismo Jesús en la tarde del Jueves y del Viernes santo, cuando se entrega libremente por nuestra salvación. Sin sacerdotes no tendríamos la Eucaristía. Él por la gracia de su ordenación sacerdotal tiene la dignidad de consagrar el Pan y el Vino convirtiéndolos en el Cuerpo y la Sangre de Cristo para la humanidad entera.

Niño Jesús, te pedimos, para que aumentes en nuestros sacerdotes su amor a la Eucaristía, pues en la medida que celebre con mayor amor y devoción, en esa misma medida será su eficacia, para él y para los otros. Será mayor la gracia recibida cuanto más la viva con fe profunda, amor ardiente y fervoroso espíritu de plegaria. Amén.

Diciembre 20. Día Quinto.
Sacerdote: obediente servidor.

La obediencia del Sacerdote consiste en creer con la Iglesia, pensar y hablar con la Iglesia, servir con ella. Esto implica lo que Jesús predijo a Pedro: “Te llevarán adonde no quieras”, es decir, el sacerdote vive en actitud permanente de disponibilidad que se traduce en dejarse guiar hacia donde la Iglesia lo quiere y debe llevar. La obediencia es una dimensión esencial de la vida de todo sacerdote y, en la medida que obedece, en esa misma medida sirve, y así se hace libre.

Niño Jesús, te pedimos para que fortalezcas en nuestros sacerdotes su amor a la obediencia, pues sabemos que si se dejan guiar, aunque pueda ser contrario a sus ideas y proyectos, experimentarán lo nuevo y la riqueza del amor de Dios. Amén.

Diciembre 21. Día Sexto.
La misión del Sacerdote.

El sacerdote debe presentarse, ante todo, como un “hombre de fe”, porque él, en virtud de su misión, debe comunicarla a través del anuncio de la Palabra. No podrá predicar el Evangelio de forma convincente si él mismo no ha asimilado profundamente su mensaje. El da testimonio de la fe con su forma de actuar y con toda su vida.

Hombre de fe, el sacerdote es también “hombre de lo sagrado”, testigo del Invisible, portavoz de Dios revelado en Jesucristo. El sacerdote debe ser reconocido como un hombre de Dios, un hombre de oración, al que se ve rezar, al que se oye rezar. El sacerdote, por tanto, debe alimentar en sí mismo una vida espiritual de calidad, inspirada en el don del propio sacerdocio ministerial. Su oración, su forma de compartir, sus esfuerzos en la vida, están inspirados por su actividad apostólica que se alimenta de toda una vida vivida con Dios.

Niño Jesús, te pedimos para que nuestros sacerdotes sean fieles a la misión que Dios les ha encomendado, que no sean débiles en la fe, que prediquen la Palabra con su vida y ejemplo, que nos animen en la oración y nos permitan descubrirte en nuestra vida. Amén.
Diciembre 22. Día Séptimo.
La Santidad Sacerdotal.

La santidad del sacerdote se expresa de múltiples formas: En el amor a Dios y al prójimo; en el diario desempeño de su oficio. Conservando el vínculo de la comunión sacerdotal; abundando en bienes espirituales y siendo para todos sus hermanos un vivo testimonio de Dios.

Mientras ora y ofrece el sacrificio de la Santa Misa, como es su deber, por los propios fieles y por todo el Pueblo de Dios, el sacerdote santo es consciente de lo que hace e imita lo que trae entre manos: A Cristo Vivo. Las preocupaciones apostólicas, los peligros y contratiempos, son para el sacerdote santo la posibilidad de ascender, por medio de estos dolores, a una más alta santidad, alimentando y fomentando su acción en la abundancia de la contemplación y de la oración perseverante.

Niño Jesús, te pedimos nos concedas sacerdotes santos a ejemplo del Santo Cura de Ars, su patrono, para que comprendan diariamente que el Sacerdote Santo es el mayor tesoro que la bondad de Dios puede conceder a la Iglesia Universal. Amén.

Diciembre 23. Día Octavo.
El Sacerdote y la Virgen María.

Contemplar a la Virgen María, Madre de los sacerdotes, significa detenerse ante el Fruto de su seno: Jesús, el Sumo y eterno Sacerdote.

Contemplando la Encarnación encontramos los rasgos fundamentales de la vocación y de la vida sacerdotal de Cristo, que ha querido compartir en modo excepcional y admirable su vida con la creatura escogida desde la eternidad: la Virgen María.

El sacerdote, por su identificación y conformación sacramental con el Hijo de Dios y de Santa María, puede y debe sentirse verdaderamente hijo muy querido de esta altísima y humildísima Madre y dejarse decir por Ella: “¡Hijo mío!”, como tantas veces dijo a su hijo Jesús.

Niño Jesús, te pedimos concedas a nuestros sacerdotes un amor especial a tu madre la virgen María, para que, como ella, siempre estén disponibles a hacer la voluntad de Dios y hagan de las palabras de la Virgen “he aquí la esclava del Señor” un proyecto de vida sacerdotal. Amén.

Diciembre 24. Día Noveno.
El Sacerdote y la Navidad.

El amor de Dios se hace plenamente presente en Jesús que nace en un pesebre por nuestra salvación, este amor de Dios se sigue perpetuando en la Persona del Sacerdote que actúa en Nombre de Cristo, que lo lleva a sus hermanos con hechos muy concretos.

Cuando el Sacerdote celebra los sacramentos, preside las celebraciones litúrgicas, acompaña a los más pobres en sus dificultades; escucha con amor y atención a los penitentes y a quienes piden orientación, está llevando de una manera muy concreta a Jesús. Cada que el Sacerdote hace presente a Cristo en medio de sus hermanos es Navidad.

Niño Jesús, te damos gracias por concedernos muchos santos Sacerdotes que no han dudado en vivir el don maravilloso que Dios por medio de la Iglesia les ha concedido: Ser Sacerdotes para siempre. Amén.

jueves, 26 de noviembre de 2009

REFLEXION DOMINICAL, DOMINGO I DE ADVIENTO. AÑO C.

Preparemos el encuentro con el Señor Jesús.

Para el cristiano es vital su encuentro con el Señor Jesús de quien depende su felicidad verdadera y eterna, este encuentro se lleva a cabo de diversos modos, pues diariamente Él se está haciendo presente y para ello se vale de personas y acontecimientos; de ahí que hemos de estar en “vigilante espera” para no dejar a Jesús que pasa.

El amor de Dios se manifestó plena, total y definitivamente en la venida primera de nuestro Señor Jesucristo y esperamos gozosos Su segunda venida como plenitud de la primera, cuando esto se dé es porque ya ha “llegado nuestra liberación” y ha terminado el tiempo de espera.

La Iglesia nos invita por medio del tiempo litúrgico del Adviento, que hoy iniciamos, a vivir con intensidad la preparación a la llegada de Jesús, a quien esperamos gozosos; no sin razón decimos en la Eucaristía: “Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ¡Ven, Señor Jesús!” Esta espera es gozosa porque nos disponemos para el encuentro de Quien sabemos nos ama y al venir “en su gloria” dará plenitud al amor que nos tiene.

El encuentro con Jesús se prepara con la vigilancia y la oración, estas son las actitudes cristianas que nos propone la Iglesia para vivir este tiempo privilegiado del Adviento.

La vigilancia es muy oportuna para que cuando llegue Cristo a nosotros sepamos aceptar y vivir el misterio. La oración es más oportuna y necesaria todavía, porque sólo mediante ella se abre la mente y el corazón humano al misterio de las acciones de Dios.

Además de velar y orar, el cristiano en este tiempo está invitado a Crecer y Abundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos; comportarse de modo que se agrade a Dios. ¿Qué mejor manera de prepararse a la venida del Amor sino mediante el crecimiento en el amor?

Adviento será entonces para el cristiano:

- Tiempo en el que nos preparamos espiritualmente para conmemorar y celebrar la encarnación del Hijo de Dios y su presencia humana y humilde entre nosotros.
- Es el tiempo reservado en nuestra vida para reflexionar, meditar, vivir, recordar y celebrar la historia del nacimiento de Jesús.
- Es un tiempo especial para pensar en el sentido de nuestra vida, de nuestra fe y de nuestra esperanza en el Hijo de Dios.
- Es un tiempo oportuno para renovar nuestros compromisos bautismales, fortalecer el amor a nuestros hermanos, valorar nuestra obediencia a Dios y reconocer humildemente nuestros errores a fin de enmendarlos.
- El tiempo del Adviento es la mejor oportunidad para depositar nuestra vida en las manos de Dios y reiterar que nuestra felicidad es Cristo.

Ven, Señor Jesús.
Ven que te esperamos.
Ven pronto, Señor.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

NOVENA DE NAVIDAD EN EL AÑO SACERDOTAL


SI QUIERES LA NOVENA DE NAVIDAD CON REFLEXIONES ALUSIVAS AL AÑO SACERDOTAL, ENVIAME E-MAIL Y LE ENVIARÉ LA NOVENA QUE HE REALIZADO PARA PARA TAL FIN.

lunes, 23 de noviembre de 2009

QUÉ HERMOSO ES EL TIEMPO DEL ADVIENTO

VEN, SEÑOR, QUE TE ESPERAMOS

¿QUÉ ES EL ADVIENTO?

PREPAREN LA VENIDA DEL SEÑOR

EL TIEMPO DE ADVIENTO

Es la oportunidad para estar en vela y orar.
La vigilancia es muy oportuna para que cuando llegue el Cristo a nosotros en la carne de un niño, sepamos aceptar y vivir el misterio.
La oración es más oportuna y necesaria todavía, porque sólo mediante la oración se abre a la mente y al corazón humano el misterio de las acciones de Dios.

Y además de velar y orar, el cristiano en este tiempo está invitado a Crecer y Abundar en el amor de unos con otros, y en el amor para con todos; comportarse de modo que se agrade a Dios. ¿Qué mejor manera de prepararse a la venida del Amor sino mediante el crecimiento en el amor?

Jesucristo en su vida terrena no buscó otra cosa sino hacer lo que es del agrado de su Padre, por eso, una manera estupenda de prepararse para la Navidad es buscando agradar a Dios en todo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

CATEQUESIS PARA LA CONFIRMACION

Si eres mayor de 18 años y aún no te has preparado para el Sacramento de la Confirmación, no dudes en prepararte a través de la red. Escríbe a padrediegoleon@hotmail.com y con gusto te prepararé y daré tu certificado para que con tu Obispo puedas recibir el Sacramento.

No pierdas esta oportunidad.

!ÁNIMO!

EFEMERIDES DIOCESANAS

MES DE DICIEMBRE
Felicitamos a los Sacerdotes por su Cumpleaños y por su Aniversario Sacerdotal.
DIOS LOS BENDIGA
"Fidelidad de Cristo, Fidelidad del Sacerdote"

CUMPLEAÑOS

DIA / SACERDOTE
2 P. Joaquín Climent A.
5 P. Eliécer Prado C.
5 P. James Clavijo O.
12 P. José Dubel Ramírez A.
16 P. Víctor Hugo Sierra A.
19 P. Jorge Iván Monsalve c.
19 P. Javier Trujillo A.
25 P. José Humberto Cortés S.
25 P. Fidel Antonio Gómez G.
29 P. John Jairo Buriticá A.

ORDENACION SACERDOTAL

DIA / SACERDOTE
2 Ordenación Episcopal
Mons. Óscar Aníbal Salazar Gómez.
2 P. Juan Bautista Ávila E.
2 P. Jonh Jairo Buriticá A.
3 P. Rodolfo Delgadillo H.
4 P. Johnier Montoya C.
5 P. Gildardo Antonio Deossa D.
7 P. Wilfran Oyola G.
7 P. Ramiro Antonio López Montoya.
8 P. Guillermo Parra G.
9 P. Jubal Castelblanco R.
10 P. José Augusto Osorio C.
11 P. Ricardo Andrés Morales R.
12 P. César Augusto Agudelo P.
12 P. Nelson Jair Cardona R.
12 P. José Libardo Florez C.
12 P. José Leil García G.
18 P. Jorge Alberto Tovar B.
22 P. Andrés Eduardo Ospina L.
22 P. Salomón Tocasuche M.
26 P. Elkin Nemesio Montoya M.
27 P. Raúl Alzate A.
27 P. Carlos Arturo Árias C.
27 P. Ramiro Árias Q.
27 P. Gildardo Barreneche G.
27 P. José Iván Castaño G.
27 P. James Clavijo O.
27 P. José Humberto Cortés S.
27 P. Hugo Cortés S.
27 P. Luis Alfonso García G.
27 P. José Nicolás Gómez M.
27 P. Yorman Gutiérrez A.
27 P. José Francisco Infante C.
27 P. Jorge Iván Monsalve C.
27 P. John Jairo Muñoz G.
27 P. Yony Quintana Niño.
27 P. Jorge Octavio Ramírez H.
27 P. Marco Tulio Téllez Ch.
28 P. José Ramiro Tabares T.

martes, 17 de noviembre de 2009

A TI MI BUEN PASTOR

Pastor que guías sabiamente
tus ovejas por senderos de alegría,
enseñando que el amor es la fuerza vital
que une nuestros caminos,
que la sonrisa es el signo
que derrota la tristeza
y que la paz es la esencia pintada de mil colores
para decorar los días.

Tú, pastor viajero del tiempo
recorre nuestras vidas,
átalas a tus oraciones,
haz que tus palabras
vuelen por el inmenso cielo
creado entre el tiempo y nuestros sueños,
acostúmbranos a tu palabra salvadora,
a tus caricias cálidas de sol.

Tú, mi buen pastor mensajero de Cristo,
habítame en el silencio de mis dudas
cálmame en mis tormentas,
cúbreme con tu manto de cielo.

Quiero llegar a ti, recorriendo la sabiduría
que te envuelve, que nos une
como mar y cielo, como hielo y fuego,
como un canto nuevo.

A ti, mi buen pastor que me llenas de esperanza,
te entrego hoy mi gratitud,
mi oración y mi humilde corazón.

Autor Luis Alfonso Jaramillo, mi buen amigo.

CRISTO REY

En la Solemnidad de Cristo Rey
celebramos el Reinado de Cristo
a quien Dios ha puesto como Rey de vivos y muertos.

Esta celebración nos permite identificar claramente cuál es el reinado de Cristo y cómo se diferencia de aquellos que son llamados reyes por el mundo.

El reinado de Jesús es la antítesis de los reyes de este mundo, mientras ellos buscan honor, poder, riquezas y gloria, Jesús, a pesar de tener todo el poder que le corresponde por ser Dios, se identifica con la humildad del que confía y obedece “hasta la muerte”.

El reinado de Jesús lo recibe de Dios, su Padre, quien por amor a la humanidad concede a su Hijo un reinado perpetuo que nada, ni siquiera el poder del mal, podrá contra él. El poder soberano, justo y misericordioso de Jesús es eterno y no cesará.

Cristo Rey es Dios Salvador que con su resurrección venció la muerte y al Tentador y dio a los hombres la posibilidad de llegar a Dios y entrar en su Reino. Él, además de ser Rey, es también el Sumo Pontífice que une a los hombres con Dios, su Padre.

El reinado de Cristo debe ser aceptado de una manera voluntaria y libre. Cristo no se impone. Por tal motivo no podemos repetir lo que otros dicen. Afirmamos aquello que creemos por fe y vivimos en la cotidianidad de nuestra existencia: Cristo es mi Señor y mi Rey.

Cristo Rey nos invita a vivir su reinado entre nosotros, a hacer nuestra la causa del Reino de Dios instaurado en él y por él. Sólo existe una manera de vivir el Reino de Cristo: Mediante el servicio y la entrega al estilo de Jesús. No son el poder, las riquezas y la fuerza los que hacen de Cristo un Rey, es su servicio y entrega generosa por la humanidad entera que lo identifican como Rey Santo, Único y Verdadero.

Reinar con Cristo es vivir una vida digna de hijos de Dios, amando y sirviendo con generosidad, al estilo de Jesús, quien dijo de sí mismo: “No he venido a ser servido sino a servir y a dar la vida en rescate por todos”.

jueves, 29 de octubre de 2009

EL DON DE LOS AMIGOS




DESDE EL PROFUNDO CORAZON DEL PADRE CALIXTO


ESTE MI BARRO

Cansada está mi arcilla, Señor
y se ha rajado,
al golpe de los días,
de los dolores y los desengaños.
El paso de la lluvia y el viento
sus huellas me dejaron
como un tatuaje adolorido y hondo
en la piel de mi barro.

Pero, serenamente
contemplo mi vasija, así puesta de lado
en la penumbra de un rincón sin nombre,
bajo un silencio rítmico y arcano.

No me olvides, Señor, en esta hora;
soy un pobre cacharro
pero que aún conserva muy fielmente
las huellas digitales de tus manos.

Los juncos y las hierbas me rodean;
le hacen cuna a mi vaso,
y en este atardecer en que mi vida
se pinta de un gris pálido,
vuelvo a sentir tu omnipotente fuerza
en el temblor doliente de mi barro.

Siento que me modelas nuevamente;
llega hasta mí tu hálito
y contemplo sin pena
mis bordes desbordados
y las grietas oscuras de mi arcilla
por donde ya quizá se ha evaporado
toda mi agua y mi sed… y mis aromas;
y mis anhelos… y mis sueños vanos…
y hasta parece que mi ser se escapa
de mi polvo, Señor. Sin embargo
hoy sé que estás más cerca, más que nunca
de este mi barro,
y que mi arcilla quebrantada y rota
se hace polvo de estrellas en tus manos.

Calixto.

LOS MILAGROS DEL AMOR

1o DE NOVIEMBRE: SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS

ALGUNOS APUNTES SOBRE LA SANTIDAD

Amigo Lector:

JUNTOS DESEAMOS LA SANTIDAD
Dios quiere para todos sus hijos La Santidad. Por esta razón aprovecho la celebración de la Conmemoración de Todos los Santos (Noviembre 1º) para presentarte unas cortas ideas sobre la santidad cristiana y cómo podemos ser santos. Recuerdo aquella máxima de San Ignacio de Loyola que al conocer la vida de los santos dijo: “¿Si ellos pudieron por qué yo no?”

Se conoce de la vida de san Ignacio el siguiente episodio:

Mientras estaba en convalecencia pidió que le llevaran novelas de caballería, llenas de narraciones inventadas e imaginarias. Pero su hermana le dijo que no tenía más libros que "La vida de Cristo" y el "Año Cristiano", o sea la historia del santo de cada día.

Y le sucedió un caso muy especial. Antes, mientras leía novelas y narraciones inventadas, en el momento sentía satisfacción pero después quedaba con un sentimiento horrible de tristeza y frustración. En cambio ahora al leer la vida de Cristo y las Vidas de los santos sentía una alegría inmensa que le duraba por días y días. Esto lo fue impresionando profundamente.

Y mientras leía las historias de los grandes santos pensaba: "¿Y por qué no tratar de imitarlos? Si ellos pudieron llegar a ese grado de espiritualidad, ¿por qué no lo voy a lograr yo? ¿Por qué no tratar de ser como San Francisco, Santo Domingo y otros? Estos hombres estaban hechos del mismo barro que yo. ¿Por qué no esforzarme por llegar al grado que ellos alcanzaron?".

LA SANTIDAD CRISTIANA
Seguramente que te han presentado algunas ideas de la santidad y en esa presentación se ha notado algo de tristeza y aburrimiento, pues la mayoría de las imágenes que tenemos de los santos parecieran ser personas aburridas y aburridoras, con la mirada perdida, caprichosas y muy exigentes. Ver los santos de esta manera es pensar que la vida santa es aburrida: Un santo triste es un triste santo.

Lo primero que debemos considerar es ¿qué es la santidad? Trataré de decírtelo con algo sencillo.

"La santidad consiste en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, y confiados -aun con nuestro cuerpo- en su bondad paternal"decía y vivía Santa Teresita de Lesieux.

Antes de Jesús, el pueblo de Israel comprendió que ser santo era estar separado de lo secular o profano y dedicado al servicio de Dios. El pueblo de Israel se conocía como santo por ser el pueblo de Dios dedicado a su servicio.

Para el ser humano la santidad se manifiesta en algo muy concreto: Los seres humanos son santos cuando se apartan del pecado y viven según la voluntad de Dios. Para ser santo sólo se requiere ser bueno y hacerlo todo con bondad.

La santidad encuentra en el Señor Jesucristo su más perfecta expresión (por decirlo de alguna manera)

Jesús es EL SANTO que santifica a todos quienes a Él se acercan. A propósito nos dice la Iglesia: “El divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que Él es iniciador y consumador: “Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto” (Mateo 5, 48). Quedan, pues, invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro de su estado”. (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium, 40.42).

Para ser santo no es necesario dejar de hacer aquello que nos gusta hacer y para lo que Dios nos ha dado capacidades y aptitudes, la santidad se vive en la cotidianidad.

LIBRES PARA SER SANTOS
La santidad es respuesta del hombre a la invitación que el Señor Jesús le hace, podemos decir que la Santidad es obra de Jesús pero Él no se impone. Requiere la respuesta libre del hombre. Quien ama a Dios desea responderle con todo el corazón, se esfuerza y persevera con la ayuda de la gracia para vencer la tendencia de la carne, que en palabras del Apóstol Pablo “conduce a la muerte”: “Pues si viven según la carne, van a la muerte; pero si con el Espíritu dan muerte a las obras del cuerpo, vivirán” (Romanos 8,13). La santidad es vida plena en Cristo.

PERSEVERANCIA, DETERMINACION Y PACIENCIA
Para llegar a la santidad se hace necesario trabajar y perseverar en el deseo de serlo. Notarás que muchos que conoces se entusiasman por Cristo, por ser como Él, por vivir la santidad, pero como la semilla que cae en mala tierra, no perseveran, se dan a sí mismos "permiso" para aflojarse y pronto se quedan atados a los gustos y preocupaciones que desplazan a Dios del centro de sus vidas.

Decía san José María: “Me dices que sí, que quieres. -Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer? “-¿No? -Entonces no quieres”. Pues “¿de qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? O ¿qué puede dar el hombre a cambio de su vida?” (Mateo 16,26).

La santidad no se consigue a la vuelta de la esquina, ni la venden en pequeñas dosis, ella es un camino, un proceso, un proyecto realizable en la vida diaria, es lucha de toda una vida, decía santa Teresa: “Aunque me canse, aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera”.

Esta “camino” necesita además de la perseverancia, mucha paciencia, pues no podemos pretender desterrar en un solo día tantos malos hábitos como hemos adquirido, por el poco cuidado que tuvimos de nuestra salud espiritual; así mismo la esperanza será nuestra mejor aliada para este propósito, pues si esta faltara, no seguiremos en la lucha. Creer que la santidad es inalcanzable es una gran tentación. ¡Es mentira! Es escapismo. Sí podemos ser santos porque Dios da la gracia y los medios. Dios no falla. Muchos han sido los grandes pecadores que llegaron a ser santos basta con leer la vida de San Pablo y San Pedro y los Hechos de los Apóstoles para ver la obra del Espíritu en las almas que buscan la santidad.

EL ENEMIGO Y LOS OBSTÁCULOS
En la vida ordinario podemos encontrar algunos obstáculos que nos alejan de nuestro propósito de ser santos, tenemos un enemigo muy poderoso: El Diablo, él no descansa y se empeña en alejarnos del amor de Dios: “Sed sobrios y velad. Vuestro adversario, el Diablo, ronda como león rugiente, buscando a quién devorar” (1ª Pedro, 5,8).

Ser santo es sencillo, pero requiere de mucha valentía, coraje y fortaleza, porque no es algo que "esté de moda" y que el ambiente te ayude a conseguir. Por el contrario, si quieres de verdad llegar a ser santo, encontrarás miles de obstáculos en el camino, empezando por ti mismo, consideremos algunos:

1. Tu pasión dominante o "talón de Aquiles". Si observas un poco tu vida, encontrarás que miles de veces no has respondido como Dios lo esperaba de ti. Frente al llamado que te hace Dios a la perfección, encontrarás en tu vida presunciones, desesperaciones, perezas, enojos, riñas, odios, gula, impurezas, supersticiones, mentiras, venganzas y omisiones. Luchar contra todo esto a la vez puede resultar imposible, como si trataras de matar a miles de mosquitos dando golpes con una espada en el aire. Lo que tienes que encontrar es la raíz de estas caídas, tu talón de Aquiles, el nido de donde provienen los mosquitos, y arremeter contra él con todas tus fuerzas. Algunos tienen este defecto dominante en los ojos, otros en la lengua, otros en la imaginación. Si de verdad quieres ser santo, deberás descubrir cuál es el origen de tus pasiones dominantes.

2. El desánimo. Tal vez empieces a recorrer el camino hacia la santidad con grandes ilusiones, pero debes estar consciente de que vas a caer mil veces y vas a tener que levantarte otras tantas. El desánimo es “guillotina de santos”; no permitas que se apodere de tu vida y te haga decir o pensar que no sirves para eso, que tienes demasiados defectos, que no eres capaz. Todos los santos han tenido defectos y fallos, pero su santidad ha consistido en saber levantarse a tiempo y seguir adelante.

3. El agobio del trabajo. Puede ser también que al darte cuenta de las necesidades que tiene la Iglesia, de los problemas que existen en el mundo, te sientas agobiado, como si te encontraras solo con una pala ante la misión de trasladar una montaña a otro lugar. El agobio te vuelve ineficaz y eso no lo quiere Dios. Hay mucho trabajo que hacer, pero debes empezar por lo que a ti te corresponde, en el estado y condición de vida en donde Dios te ha puesto. Si trabajas en lo que debes, Dios se encargará de lo demás. El agobio es el mismo que sintieron los apóstoles cuando Cristo les dijo que sentaran a las cinco mil personas y les dieran de comer. Los apóstoles pudieron conseguir solamente cinco panes y dos peces y Jesús hizo lo demás y todos quedaron saciados.

4. El pesimismo. Los pesimistas no pueden ser apóstoles y mucho menos santos. Los pesimistas se quejan de su trabajo, de los pocos frutos que obtienen, de sus achaques, de sus problemas, del calor y del frío. El pesimista hace insoportable la vida a los demás, pues su tristeza se contagia. Los santos son alegres y optimistas, nada puede nublar su cara, pues saben que están en las manos de Dios, que es todopoderoso y que los ama.

5. La rutina. Tal vez tu vida te parezca aburrida por ser igual a la del resto de los hombres que pueblan el mundo. ¿En qué se diferencia tu vida de la del resto del mundo? ¿En qué te distingues tú, que quieres ser santo? Hay una frase que dice: “Con las mismas piedras se puede adoquinar una calle o construir una catedral”. Así es tu vida, tienes las mismas herramientas que cualquier otra persona de tu condición, pero si vives con rutina solamente verás piedras en las piedras. En cambio, si desechas la rutina, podrás ver en cada piedra la posibilidad de construir una catedral; empezarás a descubrir los milagros que Dios realiza frente a ti a cada momento. El secreto está en mantenerte en contacto con Dios para ver todo con ojos de Dios.

6. El “aborregamiento”. Si observas a los borregos, verás que caminan en el anonimato: con las orejas caídas sin mirar al cielo; viendo mecánicamente al que va delante de ellos. Un santo nunca puede caminar como borrego, en medio de la multitud haciendo lo que los otros hacen. Tú eres diferente de los demás y no debes tener miedo de comportarte de manera diferente a los otros, que sólo reaccionan ante el aullido del coyote o el silbido del pastor. Para ser santo debes dejar de ser borrego; atreverte a caminar contra corriente en tu estilo de vestir, de divertirte, de hablar y de pensar, comportándote como lo que eres: un hijo de Dios.

7. Las omisiones. Los santos no saben cruzar los brazos con una sonrisa y encogerse de hombros para contemplar cómo los demás caminan por senderos erróneos. Los santos están alerta para corregir, defender, enmendar los daños que otros puedan provocar; los santos buscan la ocasión de ayudar, no esperan que ésta les caiga encima, no se quejan de la situación del mundo: sino que luchan por hacerla mejor.

BENEDICTO XVI
Ahora te propongo una enseñanza del Papa Benedicto XVI acerca de la Santidad como Virtud Heroica. Nos dice:

Virtud heroica no quiere decir que el santo sea una especie de «gimnasta» de la santidad, que realiza unos ejercicios inasequibles para las personas normales. Quiere decir, por el contrario, que en la vida de un hombre se revela la presencia de Dios, y queda más patente todo lo que el hombre no es capaz de hacer por sí mismo. Quizá, en el fondo, se trate de una cuestión terminológica, porque el adjetivo «heroico» ha sido con frecuencia mal interpretado. Virtud heroica no significa exactamente que uno hace cosas grandes por sí mismo, sino que en su vida aparecen realidades que no ha hecho él, porque él sólo ha estado disponible para dejar que Dios actuara. Con otras palabras, ser santo no es otra cosa que hablar con Dios como un amigo habla con el amigo. Esto es la santidad.

Quien tiene esta vinculación con Dios, quien mantiene un coloquio ininterrumpido con Él, puede atreverse a responder a nuevos desafíos, y no tiene miedo; porque quien está en las manos de Dios, cae siempre en las manos de Dios. Es así como desaparece el miedo y nace la valentía de responder a los retos del mundo de hoy.

Cardenal Ratzinger (Benedicto XVI), L'Osservatore Romano» (6 de octubre de 2002).

El cristiano, «ya es santo, pues el Bautismo le une a Jesús y a su misterio pascual, pero al mismo tiempo tiene que llegar a ser santo, conformándose con Él cada vez más íntimamente».
«A veces se piensa que la santidad es un privilegio reservado a unos pocos elegidos. En realidad, ¡llegar a ser santo es la tarea de cada cristiano, es más, podríamos decir, de cada hombre!».
«Todos los seres humanos están llamados a la santidad que, en última instancia, consiste en vivir como hijos de Dios, en esa “semejanza” a Él, según la cual, han sido creados»
«todos los seres humanos son hijos de Dios, y todos tienen que llegar a ser lo que son, a través del camino exigente de la libertad».
«Dios les invita a todos a formar parte de su pueblo santo. El “Camino” es Cristo, el Hijo, el Santo de Dios: nadie puede llegar al Padre si no por Él».

S.S. Benedicto XVI, 1 nov, 2007:

A MANERA DE CONCLUSION
Termino es corto mensaje con algunas ideas de la Madre Angélica; seguro te servirán para hacer realidad tu deseo y el mío: Ser Santos.
¿POR QUÉ SER SANTO?
¡Porque Dios te ama!Tú eres precioso para Él.Tú le perteneces a Él.Él te amó antes de que existiera el tiempo. Él es tu Padre.Tú lo necesitas.

¿ALGUNAS SUGERENCIAS PARA ALCANZAR LA SANTIDAD?
1. Mira a Cristo en el momento presente.2. Cambia toda situación desagradable para bien de tu alma.3. Comprende el temperamento de tu prójimo. 4. Permanece unido a la voluntad de Dios. 5. Elige a Dios por encima de ti. 6. Imita a Jesús.7. Visita a Jesús frecuentemente en el Santísimo Sacramento.8. Practica la virtud.9. Recibe los sacramentos con frecuencia. 10. Trata de estar consciente de Su presencia.

¿QUÉ DEBO HACER PARA SERSANTO?
Sé fiel a tu estado de vida.Sé fiel a la Santa Madre Iglesia—a los preceptos, los sacramentos, los mandamientos, la doctrina, la enseñanza.Lee la palabra de Dios y otras lecturas espirituales.Observa las bienaventuranzas—compendio de la santidad.Ama e interésate. Permite que Jesús resplandezca a través de ti.Ora.

¿DÓNDE ESTÁ TU FORTALEZA PARA SER SANTO?
En la misericordia del PadreEn la Preciosa Sangre de Jesús En el poder del EspírituEn la intercesión de María, nuestra Madre En la protección de los ángeles En la EucaristíaEn Su cruz

ESPERO TU RESPUESTA
Me gustaría conocer tus sentimientos acerca de esta invitación que con tanto cariño te hago.

Fraternalmente,

Padre Diego León Ruiz Franco.
padrediegoleon@hotmail.com
www.diegoleruiz.blogspot.com

P.D.
Si estas ideas las puedes compartir con otras personas, creo que harías bien y serían de mucha utilidad.

VISITA A LOS ANCIANOS


El acompañamiento humano y espiritual de los ancianos y enfermos es quizás una de las experiencias más hermosas de la vida del Sacerdote. Acompañar y llevar a Cristo al Anciano y Enfermo es propiciar el mejor de los encuentros entre Dios y las almas que le buscan.

lunes, 26 de octubre de 2009

ORACION PARA PEDIR LA SANTIDAD


Oh Dios,
fuente de toda Santidad,
por intercesión de tus santos,
que tuvieron en la tierra
diversidad de carismas
y un mismo premio en el cielo,
haz que caminemos dignamente
en la vocación particular
con que nos has llamado
a cada uno de nosotros.
Amén.

DOMINGO XXXI

SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS
La celebración de la Solemnidad de Todos los Santos es la mejor oportunidad para tener presente que...

1. Todo fiel bautizado en Cristo está llamado a ser santo.
2. La santidad no es algo complejo o aburrido, se trata de vivir como auténticos hijos de Dios, dotados de un organismo espiritual que tiene un desarrollo parecido al de una planta:
· Semilla plantada.
· Que se nutre.
· Crece.
· Da flores y frutos.
3. Es imposible para un cristiano pertenecer a Dios como hijo sin ser santo.
4. El camino de la santidad nos lo traza el Evangelio, en allí el Señor, además de tener un corazón pobre, nos pide:
· Ser sufridos y bondadosos.
· Ser misericordiosos al estilo de Dios Padre.
· Tener un corazón puro y límpio.
· Trabajar para colmar el mundo de la paz que sólo Dios puede dar.
· Comprometernos con el sacrificio de la vida hasta darla por amor y testimonio (como los mártires).
5. La santidad aunque es tarea y empeño del hombre, es presencia y actividad de Dios en èl.La santidad es algo tan sencillo como hacer realidad nuestra condición de hijos queridos de Dios.

sábado, 24 de octubre de 2009

ESCUCHAR - INVOCAR - SEGUIR

DOMINGO XXX DEL TIEMPO ORDINARIO, AÑO B.

El encuentro de Jesús con Bartimeo nos permite descubrir el proceso del que quiere vivir la experiencia del Señor Resucitado:

1. Escucha a Jesús: “Al oír que era Jesús empezó a gritar”.
2. Invoca a Jesús como Mesías salvador: “Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí”.
3. Deja todo lo que posee y se acerca a Él: “Soltó el manto, dio un salto y se acercó a Jesús”.

El cristiano tiene el compromiso de renovar constantemente su determinación por seguir a Jesús y hacer de Él su Señor y Salvador, pues el mundo con sus múltiples ofrecimientos no pierde oportunidades para hacer que el ideal cristiano no trascienda y penetre la realidad y sus circunstancias.

Hoy el Señor nos invita a escucharlo, son muchos los medios que Él utiliza para darnos a conocer su deseo y voluntad: lo hace a través de su Palabra, de la enseñanza de la Iglesia, de la correcta interpretación de los signos de los tiempos, de nuestras experiencias de oración, entre otras.

Escuchar y conocer a Jesús es saber qué puede realizar Él por nosotros; muy bien lo expresa el ciego, pide al Señor lo que el Mesías, el Cristo, Dios, le puede ofrecer: La liberación. Jesús está entre nosotros como Dios y Hombre verdadero que puede transformar nuestra vida ayudándonos en el proceso de liberación de las estructuras de pecado que nos impiden vivir como hijos de Dios y ser felices.

Quien tiene a Jesús es su vida es capaz de dejarlo todo por Él, porque sabe que el Señor “no quita nada, en cambio lo da todo”. La experiencia del discípulo se fundamenta en la entrega y disponibilidad, en el ofrecimiento que se hace a Dios de la propia vida, en el abandono de quien todo lo espera de Dios.

jueves, 15 de octubre de 2009

Optar por Cristo implica vivir la experiencia del Servicio a los demás en el amor sin límites.


Domingo XXIX, año B - Octubre 18.


El diálogo de Jesús con sus discípulos, del que nos habla el Evangelio de hoy, se convierte en la mejor oportunidad para conocer una característica esencial del verdadero discípulo: El Servicio como prolongación del servicio redentor de Cristo. El Señor se sigue entregando y sirviendo hoy a la humanidad por medio de sus fieles discípulos.

El cristiano es invitado por Jesús a renunciar voluntariamente a las posibilidades y oportunidades lícitas que el mundo le ofrece; por medio de esta renuncia podrá crecer en la disponibilidad a la entrega generosa por el anuncio del Reino de Dios y por la felicidad de sus hermanos, a ejemplo de Cristo Siervo que “no vino a ser servido sino a servir”.

Servir, según Jesús, es dar la vida, es entrega generosa, es menospreciar títulos, puestos importantes y honores para consagrar la vida como experiencia de servicio desinteresado y eficaz por la humanidad.

Quien ha comprendido que el Evangelio es amor para el servicio está dispuesto a asumir la causa de la persona en necesidad y se entrega con desinterés a su misión de servidor, por ello no le costará “desatar la correa de una sandalia”, algo tan sencillo, como “entregar la vida por el necesitado”, prueba del mayor amor.

Jesús no quiere para sus discípulos un mundo de jefes, capataces, patrones o súbditos, peones y esclavos. Su invitación es clara: “El que quiera ser el primero entre Ustedes, debe ser esclavo de todos. Porque tampoco el Hijo del Hombre vino a que le sirvieran sino a servir y a entregarse a sí mismo en rescate por la multitud”.

Finalmente sabemos que el cristiano se encuentra en constante confrontación entre la realidad del mundo que exige reconocimientos, honores, seguridades, títulos y puestos importantes o el seguimiento libre y consciente de Jesús servidor fiel que da su vida (mayor ofrenda posible) por la salvación del mundo entero. La cuestión se resuelve cuando el hombre comprende que la mejor manera y más auténtica expresión del amor es el Servicio.

Servicio en lo humilde, es decir, impregnar de sentido cristiano y evangélico nuestras actitudes cotidianas haciéndolas con pureza de corazón, con intención recta, plena de honradez y conciencia clara que lo pensado y realizado es prolongación de Cristo servidor, fiel al Padre que lo envía y a los hombres a quienes redime.



viernes, 9 de octubre de 2009

JESÚS Y EL JOVEN RICO

DOMINGO XXVIII - OCTUBRE 11 - AÑO B

RENUNCIA Y ADHESION


El pasaje del Evangelio en esta oportunidad nos permite identificar el deseo de Jesús por dar siempre una lección de vida profunda para quien se acerca a Él con el firme propósito de alcanzar la bondad, la santidad y la perfección.

El hombre del Evangelio que se acerca a Jesús tiene en su corazón multitud de ambiciones que le impiden asumir la propuesta del Señor como una opción fundamental, como una experiencia de sentido capaz de transformar su existencia.

A pesar de esos apegos el Señor no le impide encontrar el camino que lo lleve a descubrir la perfección y la santidad; por el contrario, le muestra que además de lo que ha hecho, el cumplimiento de los mandamientos, es necesaria una exigencia: La Renuncia y la Adhesión.

El discípulo de Cristo debe dar el lugar verdadero a las personas y a las cosas, reconocer que el hombre es dichoso en la medida que ha puesto su confianza en el Señor. Esta renuncia es el mejor camino para adherirse plena y totalmente a la Persona de Jesús y a su mensaje. “Adherir, en el mundo de Jesús, es encontrar a Dios y con Él la plena dimensión del ser mismo del hombre”.

La opción fundamental por Jesús implica relativizar el presente con todas sus seguridades, para iniciar la experiencia de Dios, apoyados en la fe y en las obras que ésta implica. No deberá entenderse esta renuncia como el descuido de las responsabilidades frente al prójimo, a la sociedad y a uno mismo; por el contrario, cuando Dios se ha convertido en nuestra opción fundamental comprendemos que nuestro compromiso con el hombre y el mundo adquieren mayor responsabilidad y esfuerzo.

martes, 29 de septiembre de 2009

DOMINGO XXVII - OCTUBRE 3 - AÑO B

En la marcha de Jesús hacia Jerusalén instruye a sus discípulos sobre una característica fundamental de quien desea ser discipulo suyo: Aceptar y acomodarse al querer de Dios y no querer que Dios se acomode al deseo del hombre.

Para demostrar el valor de la obediencia estricta a la Palabra de Dios, Jesucristo en el diálogo con los fariseos rescata el querer de Dios Padre por encima de la terquedad del corazón humano y, hablando del matrimonio y del divorcio, dice Jesús que “desde el principio no fué así y lo que Dios unió (determinó, quiso para el hombre) no debe separarlo el hombre”.

¿Cuál es el querer de Dios con respecto a la unión del hombre y la mujer?
La lectura del Génesis y el Evangelio nos permiten concluir:
1. Aunque el hombre y la mujer son capaces de valerse por sí mismos, juntos forman la totalidad de lo humano. (Principio de la complementariedad).
2. La unión matrimonial mediante el Sacramento es indisoluble, nadie lo puede separar: “Hasta que la muerte los separe”.
3. La familia, escuela del más rico humanismo, iglesia doméstica, cuna de valores y virtudes, la constituyen un solo hombre, una sola mujer y unos hijos.
4. El matrimonio sacramento es vocación de santidad, supera cualquier contrato y es signo e instrumento de salvación.
5. Ninguna persona o sociedad debe suplantar lo que Dios ha dispuesto para el hombre y la mujer en el ejercicio de su dimensión sexual. Dios al ser humano lo creó hombre y mujer.

Desestimar y desobedecer el plan de Dios para los hombres y mujeres de todos los tiempos, es vivir aún la experiencia del pecado conocida y narrada graficamente en el Génesis cuando Adán y Eva son tentados: “El deseo del ser humano de establecer por sí solo, sin intromisión divina, las pautas de su comportamiento”. Aún sigue sonando a muchos hombres y mujeres las palabras del Tentador: “Serán como dioses”.

“Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres”
Hechos de los Apostoles 5,29

lunes, 28 de septiembre de 2009

¿POR QUE REZAR EL SANTO ROSARIO?

OCTUBRE, MES DEL SANTO ROSARIO.

Existen muchas razones para justificar la oración del Santo Rosario, sin embargo la más importante es aquella que tiene relación con nuestro amor a la Virgen María.
Quien ama y se siente amado por Nuestra Señor no tendrá que buscar fuera de sí la razón o razones para dedicar un tiempo a la Madre de Dios.

sábado, 26 de septiembre de 2009

viernes, 25 de septiembre de 2009

DOMINICA XXVI, Septiembre 27


La propuesta de Jesús para este domingo tiene que ver con una caractarística indiscutible de la Iglesia: La superación del fanatismo y el monopolio del Espíritu y de los carismas que de Él emanan.

“Jesús quiere a su Iglesia como una comunidad abierta y solidaria de todos los hombres sinceros”, así lo expresan los santos Padres cuando reconocen que en los hombres de buena voluntad, frutifica la semilla de la Palabra de Dios sembrada en ellos por el anuncio que de Ella se hace y por la acción santificadora del Divino Espíritu.

La afirmación del apóstol Juan: “se lo prohibimos, porque no es de nuestro grupo”, refleja el desconocimiento de la primitiva comunidad cristiana y aún hoy de muchos ministros, de la actitud abierta y tolerante de Jesús frente a quellos que predican en Su Nombre. Quien habla y obra en Nombre de Jesucristo, no puede hablar mal de Él, más aún, obrar en Nombre de Jesús es hacer efectivas y reales las obras del Reino iniciado por el Señor.

El discípulo auténtico, “combate los males del mundo y del hombre, siembra la Palabra de Dios y sana el corazón de los demás”, de esta forma demuestra que su acción no nace de él, sino de Aquel en cuyo Nombre actúa.

Reconocer la acción de Dios en los hombres de buena voluntad, honrados y con calidad humana, no va en contra de la comunidad de creyentes, por el contrario, es la posibilidad de mostrar la universalidad y apertura de la Iglesia que mediante procesos serios de conversión, confirma que el Espíritu sopla donde quiere y deposita en quien abre su corazón a Dios los valores y virtudes que se desprenden del Evangelio de Jesús.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

¡Qué testimonio misionero, Padre Nevio!


¡Qué bien Padre Nevio!

El Padre Nevio Alberto Gómez es un buen ejemplo para todos los enamorados de Jesucristo que quieren anunciarlo y vivirlo. El espíritu misionero del Padre Nevio es una de sus características pastoral.

¡Bien padre Nevio, ánimo!

¡Qué bien Padre Octavio!






“Id y haced discípulos a todas las gentes”
(San Mateo 28,19)

Con estas palabras del Señor Jesús se sintetiza la Misión que desde el pasado domingo 20, se realiza en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de la Palma Cundinamarca.

El Padre Jorge Octavio Ramírez H., párroco del Municipio, después de un arduo trabajo pastoral de visiteo, motivación, primer anuncio y animación misionera, concretó la presencia de más de 70 misioneros entre laicos, sacerdotes, religiosos y religiosas que enviados por el Señor Obispo Monseñor Óscar Aníbal Salazar Gómez, acompañan la comunidad cristiana de la Palma en el fortalecimiento de su fe y decisión por el Evangelio de Jesucristo.

El trabajo pastoral realizado durante esta semana quiere hacer tomar conciencia a todos los miembros de la Iglesia diocesana que la misión no es una etapa puntual del quehacer de las comunidades cristianas, sino un elemento permanente y característicos de los discípulos del Señor, al lograr esto podremos decir que poco a poco, pero con firmeza, cumplimos el mandato del Señor.

El Documento Conclusivo de Aparecida nos invita a la Misión Continental como una muestra verdadera de los Discípulos de Jesús que se preocupan por anunciar su Palabra; este deseo lo comprendió muy bien el Padre Octavio que inicia con esta misión la experiencia misional en la vida diocesana en el marco de las Bodas de Plata de la Diócesis de La Dorada Guaduas y de la solicitud concreta de Aparecida.

sábado, 19 de septiembre de 2009

Un Amigo es UN REGALO DE DIOS


Experimentar una verdadera amistad es la mejor oportunidad para afirmar que LOS AMIGOS VIENEN DE DIOS, y no llegan con el corazón vacío, porque un buen amigo…

Viene trayendo alegría,
Viene para darnos valor,
Viene con sus manos abiertas,
Viene de parte del Señor Jesús.

Viene a compartir la paz
Viene a derramar su amor,
Viene a iluminar las sombras,
Viene a transformar las penas,
Viene a abrir su corazón,
Viene a mostrar un camino,
Con un amigo verdadero, viene Dios.

martes, 15 de septiembre de 2009

DOMINICA XXV, Septiembre 20

En la instrucción que Jesús da a sus apóstoles manifiesta uno de los valores del Reino instaurado por Él: La grandeza del hombre radica en su "abajamiento", en reconocerse como el último, el más pequeño, como el Servidor de todos.

Para Jesucristo las grandezas humanas no son el soporte de los valores espirituales. No serán los honores, las riquezas materiales y los bienes temporales las características de un cristiano auténtico; sólo podrá identificarse con Él quien viva con la certeza que "la auténtica grandeza del discípulo está en ser el último como Servidor fiel".

En un mundo de tantas pretensiones y apariencias, el cristiano debe convertirse en un predicador eficaz del Evangelio mediante una vida ejemplar, esto implica que su persona debe transpirar a Jesús. Todos sus actos y su vida deben gritar que pertenece a Jesús. Su quehacer es imagen real de una vida evangélica.

En síntesis: “Todo nuestro ser debe convertirse en una predicación viva, en un reflejo de Jesús, en un perfume de Jesús, algo que grite Jesús, que haga ver a Jesús, que resplandezca como una imagen de Jesús”. Esto sólo podrá lograrse cuando tengamos los mismos sentimientos de Cristo Jesús. A propósito nos dice San Pablo: “Tengan entre ustedes los mismos sentimientos de Cristo Jesús. Él, que era de condición divina, no consideró esta igualdad con Dios como algo que debía guardar celosamente: al contrario, se anonadó a sí mismo…“ (Fil, 2,5-7)

Quien es capaz de abandonarse en las manos de Dios y de entregar desinteresadamente lo mejor de sí al servicio de los demás, en especial a los pobres y afligidos, ha comprendido que su nobleza y felicidad verdaderas radica en su “confianza inquebrantable en Dios y en triunfo de su Reino” y en servir a los demás al estilo de Jesús, el Señor.

viernes, 28 de agosto de 2009

LOS VALORES Y SU CLASIFICACIÓN

Los Valores

Aporte de mi hermano JOSE FERNANDO ARANGO PALACIO

Tomado de el libro de los valores del Periódico El Tiempo

La palabra valor viene del latín valor, valere (fuerza, salud, estar sano, ser fuerte). Cuando decimos que algo tiene valor afirmamos que es bueno, digno de aprecio y estimación. En el campo de la ética y la moral (cuyas definiciones veremos más adelante) los valores son cualidades que podemos encontrar en el mundo que nos rodea. En un paisaje, por ejemplo (un paisaje hermoso), en una persona (una persona solidaria), en una sociedad (una sociedad tolerante), en un sistema político (un sistema político justo), en una acción realizada por alguien (una acción buena), y así sucesivamente.


De los valores depende que llevemos una vida grata, alegre, en armonía con nosotros mismos y con los demás, una vida que valga la pena de ser vivida y en la que podamos desarrollarnos plenamente como personas.

Clasificación de los valores

Aunque son complejos y de varias clases, todos los valores coinciden en que tienen como fin último mejorar la calidad de nuestra vida. La clasificación más extendida es la siguiente:

Valores biológicos: Traen como consecuencia la salud, y se cultivan mediante la educación física e higiénica.

Valores sensibles: Conducen al placer, la alegría, el esparcimiento.
Valores económicos: Nos proporcionan todo lo que nos es útil; son valores de uso y de cambio
Valores estéticos: Nos muestran la belleza en todas sus formas.
Valores intelectuales: Nos hacen apreciar la verdad y el conocimiento
Valores religiosos: Nos permiten alcanzar la dimensión de lo sagrado
Valores morales: Su práctica nos acerca a la bondad, la justicia, la libertad, el agradecimiento, la lealtad, la amistad y la paz, entre otros.



¿Para qué sirven los valores?

Los valores morales son los que orientan nuestra conducta, con base en ellos decidimos como actuar ante las diferentes situaciones que nos plantea la vida. Tienen que ver principalmente con los efectos que tiene lo que hacemos en las otras personas, en la sociedad o en nuestro medio ambiente en general. De manera que si deseamos vivir en paz y ser felices debemos construir entre todos una escala de valores que facilite nuestro crecimiento individual para que, a través de él, aportemos lo mejor de nosotros a una comunidad que también tendrá mucho para darnos.

Son, pues, tan humanos los valores, tan necesarios, tan deseables, que lo más natural es que queramos vivirlos, hacerlos nuestros, defenderlos en donde estén en peligro o inculcarlos en donde no existan. En este punto es donde intervienen la moral y la ética.
Valores, moral y ética

Los significados de las palabras moral (del latín mores, costumbres) y ética (del griego ethos, morada, lugar donde se vive) son muy parecidos en la práctica. Ambas expresiones se refieren a ese tipo de actitudes y comportamientos que hacen de nosotros mejores personas, más humanas. Si bien la moral describe los comportamientos que nos conducen hacia lo bueno y deseable, y la ética es la ciencia filosófica que reflexiona sobre dichos comportamientos, tanto una como otra nos impulsan a vivir de acuerdo con una elevada escala de valores morales.

Los antivalores: la otra cara de la moneda

Así como hay una escala de valores morales también la hay de valores inmorales o antivalores. La deshonestidad, la injusticia, la intransigencia, la intolerancia, la traición, el egoísmo, la irresponsabilidad, la indiferencia, son ejemplos de estos antivalores que rigen la conducta de las personas inmorales. Una persona inmoral es aquella que se coloca frente a la tabla de valores en actitud negativa, para rechazarlos o violarlos. Es lo que llamamos una “persona sin escrúpulos”, fría, calculadora, insensible al entorno social.
El cambio de los antivalores es a todas luces equivocado porque no solo nos deshumaniza y nos degrada, sino que nos hace merecedores del desprecio, la desconfianza y el rechazo por parte de nuestros semejantes, cuando no del castigo por parte de la sociedad.

Cuanto eres, cuanto vales

El mundo de los valores es amplio, complejo y en permanente transformación. En cada época aparecen nuevos valores o los viejos valores cambian de nombre. Todos somos libres además de escoger nuestros valores y darles el orden y la importancia que consideremos correctos de acuerdo a nuestra manera de ser y de pensar. Sin embargo, hay valores que no cambian, que se conservan de generación en generación, siempre y en todas partes. Valores universales, que exigiríamos a cualquier persona.

DOMINICA XXII

Dame un nuevo corazón, Señor.

Dios siempre ha sido quien toma la iniciativa de acercarse al hombre y ofrecerle su amistad, motivado por el amor a su obra más perfecta: el Ser Humano; este amor exige reciprocidad, así como el hombre es amado por Dios sin mérito propio, también el hombre debe generosamente amar a su Creador.

El amor de Dios tiene muchas manifestaciones, y la que supera a las demás es la Persona adorable de Jesús, Él es la mayor y plena revelación amorosa de Dios.

La muestra clara e inequívoca de nuestro amor a Dios sólo puede expresarse con nuestra obediencia a las enseñanzas de Jesús. Amar es obedecer con generosidad, máxime cuando sabemos que en nuestra obediencia hallamos la felicidad verdadera.

Esta realidad nos invita a superar cualquier rito o culto carente de conversión y empeño de santificación, así viviremos nuestra fe con mayor autenticidad, pues no estaremos pensando a creyendo que cualquier expresión ritual o piadosa nos hará más agradables a Dios. A Él le importa mucho nuestro corazón, es allí donde nacen nuestros amores u odios, es allí donde debemos cultivar nuestra relación más íntima con el Señor.

Señor Jesús, ilumíname con tu Espíritu Santo para que mi relación contigo se fundamente en el amor a tus preceptos y no en el cumplimiento vacío de cultos y ritos que poco dicen a mi vida. Amén.

jueves, 13 de agosto de 2009

DOMINICA XX

"Mi Carne es verdadera Comida"
"Mi Sangre es verdadera Bebida"


Jesús nos invita a un banquete donde Él se ofrece como alimento verdadero. Aceptar esta invitación significa:

* Establecer una relación directa y personal con Él donde se ofrece a sí mismo y se dona por nuestra felicidad y realización plenas.

* Vivir plenamente el amor de Dios que en la Persona de Jesús se abaja a buscar al hombre para levantarlo hasta Él mismo.

* Encontrar sosiego, calma para nuestro corazón inquieto. "El único remedio para saciar el corazón humano abierto a la trascendencia, es encontrar a Dios en una relación personal cargada de amor".

* "Comer y beber el Cuerpo y la Sangre de Cristo" es el camino obligado para llegar a la plena realización en el plan de Dios; no hacerlo es frustrarse para siempre.

* Celebrar, participar y vivir la Eucaristía es entrar en experiencia de Dios aquí y ahora y será consumada en el mundo de Dios, en la vida futura.


lunes, 3 de agosto de 2009

RECUPERA TU MATRIMONIO EN 40 DIAS

¿Tiene dificultades en la vida matrimonial?
¿Quiere recuperar los amores perdidos en su matrimonio?

Preguntame por
EL DESAFÍO DEL AMOR

JUSTICIA SOCIAL

Palabra de Dios y Compromiso Social.

Muchas personas creen que la experiencia religiosa es ajena a la vida cotidiana y al compromiso que todos debemos asumir con lo social. Juan Bautista y Jesús de Nazareth, el Señor, sin necesidad de ser políticos partidistas, predicaron una religión capaz de transformar la vida social de las comunidades; pues la Palabra de Dios debe transformar todos los ambientes que tienen que ver con la calidad de vida de los humanos.

No hay derecho a reducir la fe cristiana a un asunto de pura conversión personal, olvidando que la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia reclaman más justicia y respeto incondicional a los Derechos Humanos y al Desarrollo Social de las comunidades.

Trabajar por la igualdad, por el desarrollo sostenible, por la defensa de los Derechos Humanos, por el principio de igualdad entre los hombres acarrea, sin duda, persecución y malestar de quienes ostentando el poder quieren hacerse ricos a causa de la explotación del pobre y de aquellos que no han contado con posibilidades y oportunidades para su desarrollo. Jesús previo esto y llamó dichosos a los perseguidos: Dichosos los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. (Mateo 5, 10). Otros textos que respaldan lo dicho por Jesús: “Los que quieran vivir como cristianos sufrirán persecuciones”. (2 Timoteo 3,12). “Mirad que yo os envío como ovejas en medio de lobos”. (Mateo 10,16) “Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros”. (Juan 15,20)

Es frecuente encontrar en la Palabra de Dios relatos de perseguidos por causa de la justicia o por fidelidad a la causa de Dios. Es especialmente sugerente contemplar el compromiso de los buenos profetas denunciando injusticias y reclamando derechos para los más hundidos de la sociedad a costa de sufrir ellos una retahíla de afrentas y humillaciones. Los justos son valorados algunas veces, pero otras se les tacha de incómodos e indeseables porque su sola presencia testimonial es ya un reproche insoportable… (Sabiduría 2,12-15). Jeremías, por ejemplo, recibió esta amenaza: “No profetices en nombre del Señor si no quieres morir a nuestras manos” (Jeremías 12,6). Y él, agobiado por la persecución, ora: “Señor, acuérdate de mí, mira que soporto injurias por tu causa” (Jeremías 15,15).

Con esta ilustración y soporte bíblico, sería muy interesante para ti que te preguntaras acerca de tu compromiso social a partir de tu experiencia de fe, pues no basta con decir “yo creo” cuando hay tantos hermanos nuestros muriendo de hambre, sed y desamor en frente de nuestra mirada, a veces, tolerante de estas experiencias tan lamentables.

viernes, 31 de julio de 2009

Nuestra Relación con Jesús.



¿Qué tipo de relación quiere Jesús con nosotros?

El desea una relación cuyo fundamento sea el amor y la misericordia, libres de un culto vacío y sacrificios que no conducen al mejoramiento de nuestras relaciones con Él y con nuestro prójimo.

DOMINICA XVIII: SOLO JESUS ALIMENTA AL HOMBRE


La Persona de Jesús no es el último recurso del hombre, Él es el único que puede comprender y cambiar el corazón humano. Sólo Jesús salva al hombre.

Buscar en filosofías, idearios o ideologías la razón última de la existencia humana es desconocer a Cristo como “el Enviado del Padre” capaz de revelarnos su amor, su misericordia y la bondad de su corazón.

Ningún hombre en la historia de la humanidad ha sido capaz de ser “alimento” y “bebida” verdadera así como lo es y será Cristo para quienes desprevenida y humildemente le abren las puertas de su corazón.

Señor Jesús, hoy como la gente de ayer, también te digo: “Señor, danos siempre de este pan”, porque reconozco que quien llega a ti “no pasará hambre” y quien cree en ti “nunca pasará sed”. Amén.